Debemos tomar que en cuenta que el término de satisfacción en el trabajo siempre será un punto calve que debamos de tratar ya que de ello depende que el empleado se sienta conforme y demuestre que tan productivo es. Sin embargo, los valores son formas básicas de modos de conducta que afectan el comportamiento del empleado y también los debemos tomar en cuenta.
Todas las personas poseemos un sistema de valores con base a la jerarquía de importancia relativa que nosotros le damos.
Los valores son objeto de estudio pues son la base para entender las actitudes y las motivaciones y porque influyen en nuestra percepción., todos los valores de cada persona tienen una fuente de donde provienen que son la familia, los amigos, la escuela con los maestros, la cultura del país donde se viva; pero los valores que regularmente mostramos son los que adquirimos en los primeros años de nuestra vida. Es así que los valores pueden clasificarse y así poder determinar de una forma lógica que tipo de comportamiento tendrá el empleado a partir de esta tipología. No quisiera dejar de lado que los valores forman parte de la personalidad lo que representa que este tipo de convicciones estarán presentes durante toda la vida del individuo y que estas manifiestan una visión de lo correcto e incorrecto desde el punto subjetivo de la persona. Reflejado en saber si es o no buena la pena capital, si es o no bueno tener poder y dinero, etc.
Las actitudes son aprobaciones o desaprobaciones a través de enunciados llamados de evaluación es decir es la forma de representar como se siente una persona. Las actitudes no son lo mismo que los valores pero están inter-relacionados. Igual que los valores las actitudes las adoptamos de los padres, grupos sociales, maestros. Nacemos con cierta predisposición y a medida que vamos creciendo tomamos los que vemos de las personas que respetamos, admiramos o se dice incluso de los que tememos. Vamos moldeando nuestras actitudes al ir observando a los demás. Se dice también que las actitudes son más inestables ya que son moldeables a la conveniencia de personas o empresas obteniendo de ellas un comportamiento deseable.
Los tipos de actitudes que se consideran en el libro son aquellos que se relacionan con el trabajo y son los que el Comportamiento Organizacional enfoca en mayor forma y son tres actitudes:
- Satisfacción en el trabajo: que es la actitud que un empleado asume respecto a su trabajo. De forma lógica aquellas personas que obtienen un alto nivel de satisfacción con sus actividades establecen actitudes muy positivas y benéficas
- Involucramiento en el trabajo: un término recién tomado para su estudio el cual establece que es el que mide el grado en el que la persona se valora a si mismo a través de la identificación sociológica en su puesto dentro de la empresa. A los trabajadores plenamente identificados realmente les importa el trabajo que realizan.
- Compromiso organizacional: es aquella que se refiere a que el empleado se identifica con la empresa, metas, objetivos y que esta metido en ello como cualquier otro que labora ahí, es decir este se refiere a identificarse con el servicio persona a la organización y el compromiso con el trabajo a identificarse con su labor específica.
el compromiso afectivo refleja el apego emocional, la identificación e
implicación con la organización; el continuo se refiere al reconocimiento de
los costos asociados con dejar la organización y el normativo revela los
sentimientos de obligación del colaborador de permanecer en la empresa. El
compromiso afectivo consiste en la identificación psicológica del colaborador
con los valores y filosofía de la empresa. En realidad es muy frecuente que el
colaborador no se percate de la sintonía entre sus valores y los de la empresa,
sin embargo, esta identificación y afinidad con la organización se manifiesta
con actitudes tales como un marcado orgullo de pertenencia del colaborador
hacia su compañía, por ejemplo, el colaborador que se emociona al decir que
trabaja para su empresa, o el que habla mucho de ésta en reuniones con amigos o
familiares.
Esta identificación también se refleja en la
solidaridad y aprehensión del colaborador con los problemas de su empresa, se
preocupa cuando su empresa va mal y muestra una gran felicidad cuando va bien.
El compromiso continuo revela el apego de carácter material que el
colaborador tiene con la empresa. Con el paso del tiempo, el empleado percibe
que hace pequeñas inversiones en la compañía, las cuales espera que le
reditúen, pudiendo ser inversiones monetarias como planes de pensiones, de
compra de acciones o bien la parte que se paga por antigüedad en una
liquidación, hasta inversiones intangibles como el estatus que tiene en la
empresa y que perdería si se fuera. Es decir, el colaborador está vinculado con
la empresa porque ha invertido tiempo, dinero o esfuerzo en ella y dejarla
significaría perder todo lo invertido.
La tercera y última dimensión del compromiso organizacional es el
compromiso normativo, el cual al igual que el compromiso afectivo es de
naturaleza emocional, y consiste en la experimentación por parte del
colaborador de un fuerte sentimiento de obligación de permanecer en la empresa.
Este sentimiento de obligación suele tener sus orígenes en la formación del
valor de lealtad en el individuo desde su niñez, su adolescencia, e inclusive
en sus primeras experiencias laborales; o sea, el sujeto aprende y da por hecho
que debe ser leal con la empresa que le contrate. Desde luego, la aplicación de
este valor se hace presente en otros contextos de la vida de la persona.
http://www.monografias.com/trabajos70/valores-actitudes-satisfaccion-trabajo/valores-actitudes-satisfaccion-trabajo.shtml#ixzz3tHnZwUf7